Como te comenté en el post anterior, hoy vamos a
empezar a analizar el proceso cerebral del aprendizaje.
El entender este proceso es fundamental para
entender cómo funciona el cerebro, ya que el aprendizaje es el elemento básico
de la inteligencia humana y de la mayoría de los procesos cerebrales.
Desde el punto de vista neurocientífico, el
aprendizaje se puede definir como cualquier variación en las redes sinápticas,
producida por la percepción de nuevos estímulos del mundo exterior
–información teórica, práctica o experiencias de vida- o desde el mundo
interior -mediante el pensamiento- que produzca cambios en el comportamiento y/o
en el pensamiento, entendiendo por cambios en el comportamiento el que variemos
la respuesta ante el mismo estímulo.
A través del aprendizaje y la memoria vamos
construyendo nuestro mundo interior (nuestro yo) y a través de él evaluamos la
realidad exterior.
La etapa de nuestra vida con mayor producción de
sinapsis se produce cuando somos niños, entre los 3 y los 10 años. Por lo que
los ambientes enriquecidos en esa etapa son fundamentales para el desarrollo
cognitivo de las personas.
Cada segundo se producen en el cerebro
aproximadamente un millón de sinapsis formando nuevas redes neuronales y
borrando otras.
De hecho, cada vez que evocamos un recuerdo o
analizamos mentalmente una información, borramos la red sináptica
anterior y grabamos en su lugar una nueva reafirmando ciertos aspectos
de la información, debilitando otros, y/o agregando nuevos datos a la red
neuronal.
Esto significa que cada instante que pasa nuestro
cerebro cambia y literalmente es diferente a como era en el instante anterior.
“El aprendizaje se puede definir como
cualquier variación en las redes sinápticas que produzca cambios en el
comportamiento o en el pensamiento”
Para que pueda producirse el aprendizaje es
necesario al menos la ejecución de tres procesos cerebrales llamados dispositivos
básicos del aprendizaje (DBA) y que son:
- La atención
- La motivación
- La memoria
Existen dos tipos básicos de aprendizaje:
Aprendizaje implícito o emocional
Es automático, rápido y se produce de forma no
consciente, es básicamente emocional y duradero, se aloja en la memoria a largo
plazo y es muy difícil de modificar o eliminar. Requiere muy poco gasto
energético y atención –tanto selectiva como no selectiva-. Clasifica los
estímulos como beneficiosos o peligrosos para la supervivencia.
Puede ser selectivo: Por ejemplo, si nos ataca un
perro y nos muerde, recordarás perfectamente dónde fue, cuándo fue, de qué raza
y color era el perro y el aprendizaje puede ser que “los perros son peligrosos”
o que “los perros de cierta raza son peligrosos” o podría ser, incluso, que el
sitio donde fuimos atacados es lo peligroso, por ejemplo el jardín de una casa.
O también podemos generalizar: donde el aprendizaje
podrá ser que “todos los perros son peligrosos”
Aprendizaje explícito o cognitivo-ejecutivo
Este aprendizaje es voluntario y requiere
atención selectiva sostenida consciente. Es difícil de retener y exige mucho
esfuerzo y gasto energético además de procesos como la repetición, el repaso,
relacionarlo con otros conocimientos previos, etc.
La cognición es la capacidad de nuestro cerebro de procesar y
utilizar la información recogida por los sentidos.
Otro factor importante del proceso de aprendizaje
que es importante saber es:
Cómo se ordena la información en nuestro cerebro
El proceso de ordenación de la información en
nuestro cerebro no funciona como una biblioteca, donde se coloca un libro
ordenado por temas, pero sigue siendo un libro con su información
independiente. Toda información que entra en nuestro cerebro a través de
nuestros sentidos es incorporada a una red neuronal ya existente o bien
crea una nueva, formando modelos o bloques de información que inmediatamente se
relacionan con otras redes.
La ventaja de los modelos mentales, o bloques de
información, es que se sistematiza el acceso a ellos. Esto nos permite reaccionar
rápidamente y con un muy escaso gasto de energía. Sin embargo, tienen una
desventaja, ya que si bien permiten una fácil utilización, es muy difícil poder
entrar en sus estructuras y modificarlos internamente.
Estos bloques de información pueden ser llamados
por su título o por la activación de una parte de ellos. Por ejemplo, cuando nos
mencionan el nombre de una persona que conocemos –su título-, nuestro cerebro
activará toda la red neuronal o bloque de información relacionado con esa
persona. Pero también si oímos la voz de esa persona -una parte de la red
neuronal-, inmediatamente se activará toda la red que nos traerá mentalmente el
bloque de información relacionado con esa persona. Es como si tocando
cualquier parte del conjunto de redes relacionadas, encendiéramos un
interruptor que activara todas las neuronas que conforman la red.
Otra variable que marca la rigidez de un modelo es el
compromiso emocional que le hayamos asignado a la información cuando la
percibimos por primera vez.
¿Qué es el compromiso emocional? El
compromiso emocional es el grado con que una emoción se asocia a un estímulo.
Cuando un estímulo es percibido por nuestros sentidos recorre un camino por
nuestro cerebro que, antes de llegar al área más evolucionada del mismo, donde
se analiza la información de forma objetiva, los lóbulos prefrontales, pasa por
la amígdala, donde el estímulo es evaluado por las llamadas fuerzas
placer-dolor, es decir, el cerebro evalúa si el estímulo puede traernos
una recompensa positiva para nuestra supervivencia y por lo tanto provocarnos
placer o por el contrario si puede ser peligroso para nuestra
supervivencia y por lo tanto provocarnos dolor, y se produce una
emoción asociada a la evaluación.
Por ejemplo, si volvemos al ejemplo del perro,
cuando éste nos muerde, nuestra amígdala evaluará la experiencia como peligrosa
y se producirá una o más emociones -procesos bioquímicos- relacionados con el
estímulo, como por ejemplo: susto, miedo o aversión. Dependiendo del dolor y
demás circunstancias que rodeen a nuestra experiencia, así será el grado en que
dichas emociones se asociarán al estímulo y por lo tanto el compromiso
emocional con que se grabará en nuestra memoria. Luego
nuestro cerebro lógico ordenará la información, registrando que los perros
desconocidos muerden, o como te comenté antes, incluso puede generalizar,
registrando que todos los perros son peligrosos.
Estos bloques de información tienen una estructura
que conforma un modelo mental o creencia a la que se va asociando nueva
información, pero siempre manteniendo la misma estructura lógica.
Es importante que recuerdes este concepto de la
ordenación de la información en el cerebro ya que lo veremos más adelante
cuando hablemos de creatividad y del proceso creativo.
Bueno, creo que ya es suficiente por hoy. En el
próximo post empezaremos a profundizar en los DBA o dispositivos básicos del
aprendizaje y empezaremos por la atención.
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